30 de marzo de 2015

Suerte

     
  Ayer fue un día agitado...y de suerte.
Estaba en casa bastante tranquilo, cuando llamaron al timbre y apareció mi tía de Madrid y uno de sus hijos.
 Corrí a esconderme porque no me gustan las visitas.

Menos mal que salieron a comer...pero volvieron pasado un buen rato...pero
 menos mal que después, ya se fueron definitivamente.

 Cuando estaba a punto de salir de mi escondite, porque además llevaba un buen rato con hambre, volvieron a llamar al timbre y entró un chico.

  Yo, desde una de las múltiples cajas que pueblan mi casa, escuchaba la conversación.

Hablaban sobre Flequillo. Creo que Él tambien estaba escuchando.

Recuerdo que el chico decía que no le importaba el aspecto, pero además como le parecía precioso, 
pues mejor.

Lo que le gustaría es que fuera un gatito mimoso para poder estar juntos en el sofá, darle muchas caricias y oírle ronronear.Iba a hacerle muchas fotos, porque era fotógrafo ( de los de verdad) y además le gustaba la fotografía de naturaleza.
 Desde niño había vivido con animales y se relacionaba muy bien con ellos

A medida que transcurría la conversación, notaba cómo a mi madre, muy atenta, se le iban poniendo las orejas en punta como un elfo, y una sonrisa enorme, como el Gato de Cheshire.
Estaba encantada, el Bene también.
Es más, en algún momento que se quedaron solos, mientras el chico estaba con Flequillo, se miraron y dijeron: " ¡Mejor es imposible!" 
 Además fue tan encantador, palabras de ellos, que les preguntó cuánto costaba la adopción, 
a lo que le respondieron que no cobraban nada, pues bastante favor era el que le dieran una oportunidad. Aunque si quería hacer un donativo, siempre sería bien recibido porque esta asociación es muy, pero muy limitada a todos los niveles; económicos y también en cuestión de personal. 
Y lo hizo, algo que le agradecen todos los gatos del pueblo.

Así que ayer fue un día de suerte para muchos, para los gatos de la calle porque hay algo más de dinerín con el que ayudarles.
Para mi, porque hubo un momento de horror cuando veía a mi madre y al Bene tan encantados, en el que pensé "No sólo se van a quedar con Flequillo, sino que encima van a adoptar a este chico también".
Y para Luis, que ha adoptado a una ricura de gatito y pudo salir de mi casa (creo que en algún momento, también temió que pudieran secuestrarlo aquellos dos entusiastas)
 Y fundamentalmente para Flequillo.

  Ha tenido suerte, me parece que le ha tocado un humano sensible, amoroso y además un artista. 

Por la noche les contó cómo había sido el viaje y la llegada a su nueva casa, y esta mañana también dió noticias.


Flequillo, que la suerte te siga acompañando toda  tu vida y que esta sea larga, 
pero sobretodo muy feliz. 
 



27 de marzo de 2015

Flequillo

No es que esté reflexionando sobre el pelo, y pensando en cortarme el flequillo.

Estaba reflexionando sobre un superviviente, en este caso, un gatito.
Uno de los millones de gatitos que nacen en la calle y malviven en ella.

 Flequillo era uno de esos gatitos.

Nació en agosto de 2014, él y otros cuatro hermanos.
(Flequilo es el de la izquierda)

 Dos tuvieron mucha suerte y fueron adoptados.
Otros dos tuvieron mala suerte y pasados unos meses murieron atropellados, y su madre ya no le hacía caso, porque era grandecito.
 Se había quedado sin familia, así que Flequillo, el gatito superviviente, siguió en los alrededores de la ventana en la que vivía. 
Solo. 
 Pero si os fijáis, veis que alguien se preocupaba por él, porque en esa ventana
 había comida, agua, una cajita para dormir... y lo vigilaban e intentaban cogerlo.
 Aunque era un gatito muy desconfiado y no dejaba que nadie se le acercara.

 Y siguió con su vida en la calle, dura vida. El frío invierno, la lluvia... y Flequillo cogió mucho catarro y estuvo malito, pero era un gatito fuerte e iba aguantando.
Hasta que un día, se le quitaron las ganas de comer y hasta respirar le costaba trabajo de tantos mocos que tenía.

Entonces, quien le daba de comer y llevaba muchos meses intentando cogerlo,
 el domingo pasado, por fin lo consiguió.

El lunes Flequillo fue al veterinario, allí le trataron su catarro, le castraron,
 le hicieron pruebas de leucemia e inmuno y está sano.
Pasó el día entero allí, hasta que a última hora de la tarde se fue a una casa.

Al día siguiente Flequillo, cayó rendido ante la mano que le daba mortadela y, de la noche a la mañana, se convirtió en un gato mimoso.

Ahora Flequillo, un precioso gato de pelo bastante largo, sano y cariñoso, vive confinado en una habitación porque en esa casa no pueden tenerlo, sólo está de acogida.

Dos de los tres gatos que en ella viven, tienen inmonodeficiencia. 
Lo se de primera mano porque Flequillo está en mi casa.

 Nos hemos unido Renato, Pulgui, y yo para hacer un llamamiento:
buscamos una familia para Flequillo,

lo hacemos por él, que al encontrarse sano y contento, tiene ganas de explorar el mundo y también necesita que se le dedique tiempo.
 Algo que a su vez, nosotros pedimos a mi madre,
a ver si se entera de que ya somos muchos y no puede cuadruplicarseeee.


¡ Venga amigos, lectores, mundo mundial!
Animaos que esperamos vuestros correos dirigidos a; luisamariagar@gmail.com

 Y GRACIAS A TODO EL MONTÓN DE GENTE QUE NOS ESTÁ AYUDANDO CON LA DIFUSIÓN, LOS CARTELES Y DEMÁS.

¡¡GRACIAS!!