18 de diciembre de 2015

Tristeza



 Lástima que tenga que escribir esta triste entrada, 
lástima que no pueda disfrutar ya más de mi querido Renato,
 lástima que me haya sabido a tan poco estos dos años y tres meses que he tenido el placer de vivir con Él.
 Lástima, lástima, lástima....


Pero me alegro de haber tenido la inmensa suerte de haberlo conocido,
 me alegro también de que él haya estado tan feliz, que lo ha estado, hasta hace unos días,
 y me alegro mucho, mucho, muchísimo de que aunque me diera un poquito de miedo cuando llegó a casa, resultase ser el hermanito cariñoso que fue 
y con el que pude compartir maravillosas siestas acurrucados uno en el otro, 


y que gracias a Él, porque no tenía dientes y sufría insuficiencia renal, ¡Maldita insuficiencia!,
en casa empezásemos a comer todos, Él siempre, mucha comida blandita y poco pienso.  

A pesar de alegrarme de haber conocido a Renato, desde este pasado miércoles que mi hermanito,
 mi hermanito que como decía una vete tenía el universo en sus ojos, 
ya  no está conmigo,
estoy triste.
Muy triste.



30 de marzo de 2015

Suerte

     
  Ayer fue un día agitado...y de suerte.
Estaba en casa bastante tranquilo, cuando llamaron al timbre y apareció mi tía de Madrid y uno de sus hijos.
 Corrí a esconderme porque no me gustan las visitas.

Menos mal que salieron a comer...pero volvieron pasado un buen rato...pero
 menos mal que después, ya se fueron definitivamente.

 Cuando estaba a punto de salir de mi escondite, porque además llevaba un buen rato con hambre, volvieron a llamar al timbre y entró un chico.

  Yo, desde una de las múltiples cajas que pueblan mi casa, escuchaba la conversación.

Hablaban sobre Flequillo. Creo que Él tambien estaba escuchando.

Recuerdo que el chico decía que no le importaba el aspecto, pero además como le parecía precioso, 
pues mejor.

Lo que le gustaría es que fuera un gatito mimoso para poder estar juntos en el sofá, darle muchas caricias y oírle ronronear.Iba a hacerle muchas fotos, porque era fotógrafo ( de los de verdad) y además le gustaba la fotografía de naturaleza.
 Desde niño había vivido con animales y se relacionaba muy bien con ellos

A medida que transcurría la conversación, notaba cómo a mi madre, muy atenta, se le iban poniendo las orejas en punta como un elfo, y una sonrisa enorme, como el Gato de Cheshire.
Estaba encantada, el Bene también.
Es más, en algún momento que se quedaron solos, mientras el chico estaba con Flequillo, se miraron y dijeron: " ¡Mejor es imposible!" 
 Además fue tan encantador, palabras de ellos, que les preguntó cuánto costaba la adopción, 
a lo que le respondieron que no cobraban nada, pues bastante favor era el que le dieran una oportunidad. Aunque si quería hacer un donativo, siempre sería bien recibido porque esta asociación es muy, pero muy limitada a todos los niveles; económicos y también en cuestión de personal. 
Y lo hizo, algo que le agradecen todos los gatos del pueblo.

Así que ayer fue un día de suerte para muchos, para los gatos de la calle porque hay algo más de dinerín con el que ayudarles.
Para mi, porque hubo un momento de horror cuando veía a mi madre y al Bene tan encantados, en el que pensé "No sólo se van a quedar con Flequillo, sino que encima van a adoptar a este chico también".
Y para Luis, que ha adoptado a una ricura de gatito y pudo salir de mi casa (creo que en algún momento, también temió que pudieran secuestrarlo aquellos dos entusiastas)
 Y fundamentalmente para Flequillo.

  Ha tenido suerte, me parece que le ha tocado un humano sensible, amoroso y además un artista. 

Por la noche les contó cómo había sido el viaje y la llegada a su nueva casa, y esta mañana también dió noticias.


Flequillo, que la suerte te siga acompañando toda  tu vida y que esta sea larga, 
pero sobretodo muy feliz. 
 



27 de marzo de 2015

Flequillo

No es que esté reflexionando sobre el pelo, y pensando en cortarme el flequillo.

Estaba reflexionando sobre un superviviente, en este caso, un gatito.
Uno de los millones de gatitos que nacen en la calle y malviven en ella.

 Flequillo era uno de esos gatitos.

Nació en agosto de 2014, él y otros cuatro hermanos.
(Flequilo es el de la izquierda)

 Dos tuvieron mucha suerte y fueron adoptados.
Otros dos tuvieron mala suerte y pasados unos meses murieron atropellados, y su madre ya no le hacía caso, porque era grandecito.
 Se había quedado sin familia, así que Flequillo, el gatito superviviente, siguió en los alrededores de la ventana en la que vivía. 
Solo. 
 Pero si os fijáis, veis que alguien se preocupaba por él, porque en esa ventana
 había comida, agua, una cajita para dormir... y lo vigilaban e intentaban cogerlo.
 Aunque era un gatito muy desconfiado y no dejaba que nadie se le acercara.

 Y siguió con su vida en la calle, dura vida. El frío invierno, la lluvia... y Flequillo cogió mucho catarro y estuvo malito, pero era un gatito fuerte e iba aguantando.
Hasta que un día, se le quitaron las ganas de comer y hasta respirar le costaba trabajo de tantos mocos que tenía.

Entonces, quien le daba de comer y llevaba muchos meses intentando cogerlo,
 el domingo pasado, por fin lo consiguió.

El lunes Flequillo fue al veterinario, allí le trataron su catarro, le castraron,
 le hicieron pruebas de leucemia e inmuno y está sano.
Pasó el día entero allí, hasta que a última hora de la tarde se fue a una casa.

Al día siguiente Flequillo, cayó rendido ante la mano que le daba mortadela y, de la noche a la mañana, se convirtió en un gato mimoso.

Ahora Flequillo, un precioso gato de pelo bastante largo, sano y cariñoso, vive confinado en una habitación porque en esa casa no pueden tenerlo, sólo está de acogida.

Dos de los tres gatos que en ella viven, tienen inmonodeficiencia. 
Lo se de primera mano porque Flequillo está en mi casa.

 Nos hemos unido Renato, Pulgui, y yo para hacer un llamamiento:
buscamos una familia para Flequillo,

lo hacemos por él, que al encontrarse sano y contento, tiene ganas de explorar el mundo y también necesita que se le dedique tiempo.
 Algo que a su vez, nosotros pedimos a mi madre,
a ver si se entera de que ya somos muchos y no puede cuadruplicarseeee.


¡ Venga amigos, lectores, mundo mundial!
Animaos que esperamos vuestros correos dirigidos a; luisamariagar@gmail.com

 Y GRACIAS A TODO EL MONTÓN DE GENTE QUE NOS ESTÁ AYUDANDO CON LA DIFUSIÓN, LOS CARTELES Y DEMÁS.

¡¡GRACIAS!!




1 de febrero de 2015

Retraso


Hacía poco tiempo que había terminado de comer, así que era la hora de la siesta, de una de las siestas.
Estaba recostado contra el futuro Árbol de Navidad
 y a pesar del ligero sopor que empezaba a invadirme, meditaba concienzudamente sobre dónde iba a colocar los adornos, cuando me pareció oír algo a lo lejos.
 Algo que me sacó de mis cavilaciones y me puso alerta.


 El sonido se iba acercando y parecía una voz.
Intrigado me subí al árbol para intentar ver mejor desde  allí arriba.

 Entonces con toda claridad, oí, cada vez más cerca, esta frase; "ya llega, ya llega".
  Y para mi sorpresa, vi como se acercaba a grandes zancadas, ¡una zanahoria!

Se alejó tan rápido como que llegó, a toda velocidad, y gritando con gran excitación  
"Ya llega, ya llega El Espíritu de la Navidad" .

Ahora era yo el que gritaba con gran excitación; Renatooo, Pulguiii, Beneee, Mamaaá
 y entré corriendo en casa a contarles lo que había visto.
Todos estuvieron de acuerdo en que me había quedado dormido y lo había soñado, Pulguerín incluso se desternillaba pensando en la zanahoria gritona al galope.
 Pero no me convencieron, y le pregunté a mi madre si había un señor llamado Espíritu de la Navidad .
Ella me explicó que no era un señor, que no existía, pero que... podría ser una especie de sentimiento que tenían algunas personas cuando llegaba la Navidad y que consistía fundamentalmente, en ser un poquito mejor.
Y me contó que durante la Nochebuena de 1914, en la Primera Guerra Mundial, los ejércitos de británicos y alemanes que se estaban matando, hicieron una tregua por unas horas y juntos cantaron y celebraron aquella noche.

 Que en estas fechas mucha gente era más solidaria y ayudaba a los demás;
 Se hacían bancos de alimentos para quienes los necesitaban, se donaban los ahorros de la hucha, se daban juguetes a los niños que no tenían, que en general se trataba de hacer cosas buenas por los más desfavorecidos.
A la mañana siguiente cuando salí al jardín a poner los adornos de Navidad en el árbol,
me encontré algo que hizo sonreir.
Estoy seguro que eran,
las huellas del Espíritu de la Navidad.

 Y amigos, desde ese momento empecé a meditar sobre ese sentimiento y en que es una pena que ese espíritu navideño no dure todo el año,
 y seguí pensando y pensando y sin apenas darme cuenta, esta mañana me he quedado perplejo al ver que ya era 1 de febrero, y ya había pasado la Navidad y un mes más.

Y como no lo he hecho, quiero felicitaros las fiestas...espero que hayan sido buenas y os deseo un feliz año nuevo....
aunque claro, como llevo tanto retraso lo que podría hacer es adelantarme y felicitaros las futuras Navidades... al fin y al cabo, el tiempo pasa volando.

  Bueno, que sea como sea, pero desde casa todos juntos,
 os deseamos "Feliz añooooo, éste, y todos los que vengan"
*No hemos cambiado de madre, es la misma que está algo renegrida porque no le llega bien la sangre a la cabeza.
¡Que ahora somos tres y el peso se nota!