1 de febrero de 2015

Retraso


Hacía poco tiempo que había terminado de comer, así que era la hora de la siesta, de una de las siestas.
Estaba recostado contra el futuro Árbol de Navidad
 y a pesar del ligero sopor que empezaba a invadirme, meditaba concienzudamente sobre dónde iba a colocar los adornos, cuando me pareció oír algo a lo lejos.
 Algo que me sacó de mis cavilaciones y me puso alerta.


 El sonido se iba acercando y parecía una voz.
Intrigado me subí al árbol para intentar ver mejor desde  allí arriba.

 Entonces con toda claridad, oí, cada vez más cerca, esta frase; "ya llega, ya llega".
  Y para mi sorpresa, vi como se acercaba a grandes zancadas, ¡una zanahoria!

Se alejó tan rápido como que llegó, a toda velocidad, y gritando con gran excitación  
"Ya llega, ya llega El Espíritu de la Navidad" .

Ahora era yo el que gritaba con gran excitación; Renatooo, Pulguiii, Beneee, Mamaaá
 y entré corriendo en casa a contarles lo que había visto.
Todos estuvieron de acuerdo en que me había quedado dormido y lo había soñado, Pulguerín incluso se desternillaba pensando en la zanahoria gritona al galope.
 Pero no me convencieron, y le pregunté a mi madre si había un señor llamado Espíritu de la Navidad .
Ella me explicó que no era un señor, que no existía, pero que... podría ser una especie de sentimiento que tenían algunas personas cuando llegaba la Navidad y que consistía fundamentalmente, en ser un poquito mejor.
Y me contó que durante la Nochebuena de 1914, en la Primera Guerra Mundial, los ejércitos de británicos y alemanes que se estaban matando, hicieron una tregua por unas horas y juntos cantaron y celebraron aquella noche.

 Que en estas fechas mucha gente era más solidaria y ayudaba a los demás;
 Se hacían bancos de alimentos para quienes los necesitaban, se donaban los ahorros de la hucha, se daban juguetes a los niños que no tenían, que en general se trataba de hacer cosas buenas por los más desfavorecidos.
A la mañana siguiente cuando salí al jardín a poner los adornos de Navidad en el árbol,
me encontré algo que hizo sonreir.
Estoy seguro que eran,
las huellas del Espíritu de la Navidad.

 Y amigos, desde ese momento empecé a meditar sobre ese sentimiento y en que es una pena que ese espíritu navideño no dure todo el año,
 y seguí pensando y pensando y sin apenas darme cuenta, esta mañana me he quedado perplejo al ver que ya era 1 de febrero, y ya había pasado la Navidad y un mes más.

Y como no lo he hecho, quiero felicitaros las fiestas...espero que hayan sido buenas y os deseo un feliz año nuevo....
aunque claro, como llevo tanto retraso lo que podría hacer es adelantarme y felicitaros las futuras Navidades... al fin y al cabo, el tiempo pasa volando.

  Bueno, que sea como sea, pero desde casa todos juntos,
 os deseamos "Feliz añooooo, éste, y todos los que vengan"
*No hemos cambiado de madre, es la misma que está algo renegrida porque no le llega bien la sangre a la cabeza.
¡Que ahora somos tres y el peso se nota!