Hola amigos, imagino que tendréis ganas de saber cómo nos va a Renato y a mi.
Bastante bien. Renato es muy bueno, yo soy buenísimo y las cosas creemos que no podían haber salido mejor. En resumen, tenemos una buena convivencia.
Pasado el primer susto que llevé al verlo, hemos estado mucho tiempo juntos porque vieron que no nos llevábamos mal y he ido tranquilizándome y acostumbrándome a su presencia.
Pero no dormimos juntos por la noche, él sigue haciéndolo en la parte de abajo de la casa.
De lo que me alegro, porque a veces por la noche...
Renato es pequeño de tamaño, y de comportamiento también lo parece, atrevido, es muy hablador, no parece tener miedo a nada, es amistoso, inquieto, curioso, juguetón, muy activo y muy cariñoso.
A pesar de que no parece estar a disgusto conmigo, pues me sigue e intenta frotarse contra mi y lamerme (esto último lo hace cuando estoy de espaldas) yo, que no soy muy valiente, desde el primer momento tomé precauciones. Aunque no es un gato agresivo ni conflictivo.
Pero a veces por la noche..
Ya habían pasado cinco días desde que estaba en casa,
cuando esa quinta noche...
Se me tiró encima y me dio un revolcón en el que me arrancó un mechón de pelo.
A la mañana siguiente todo estaba olvidado y estuvimos como si ni hubiera pasado nada..
Y pasaron otros dos días, pero en esa noche...
Yo estaba encima de mi madre, él encima del Bene, en esto se levantó, la miro a ella, luego a mi y se me tiró rodeándome el cuello con las garras y con la boca.
Y yo pensé ¡Ya está. Se ha convertido. Ahora le salen los colmillos de hombrelobo y me los clava!
Pero no, su boca alrededor de mi garganta, seguía sin dientes.
En casa me han dicho que no puedo ser tan "panolis" y que no debo marcharme cuando estoy comiendo y se me acerque, ni recular cuando nos crucemos, y que tengo que mantener mi posición y no temerle.
Así que anteayer que yo estaba sobre la mesa y el fue a subirse, saqué valor y pata, y le di un tortazo. Pequeño, pero tortazo. Y me ha servido, he ganado confianza.
Y de momento no ha tenido más arrebatos. Pero se acerca la noche...
Y pienso pasarla vigilando desde mi caja,
porque esta noche puede ser la noche dEFInitiva, la noche de la luna llena.
Es posible que sea la noche de la transformación.
Ya veremos si le salen los colmillos y si dice:
¡Auuuuuuuuuuuuuu!