16 de julio de 2014

Trabajo





Decíamos ayer...


       que Renato y yo practicábamos el hedonismo, sí, eso de disfrutar todo lo que se pueda en la vida.
Pero estos últimos meses han sido muy poco relajados y jamás había trabajado tanto.
 Ni siquiera cuando no tenía casa y debía buscarme la comida cada día, anduve tan ocupado.

 Así que disculpadme por haber estado este tiempo sin dar señales de vida, se que habéis podido estar intrigados o preocupados, a mi me pasa eso cuando alguien desaparece así de repente, pero como os digo, he estado liado y aunque pensaba;" hoy voy a escribir", siempre pasaba algo. Y luego no encontraba el momento, o no sabía por dónde empezar a contar todo lo que había estado meditando, en  fin...¡Cosas de la vida!


 Y todo ese lío ha sido porque me he dedicado a echarle una mano a mi madre. Que se ha metido oficialmente a "resGatadora". Y como ella y su Compi tenían mucho que hacer y no daban abasto; alimentar a las colonias, coger a los gatos y llevarlos al vet... pues la he ayudado en lo que he podido. Con la parte, digamos, administrativa. Cogí sus fotos y sus notas y fui haciendo fichas de cada individuo: con el nombre, foto, colonia a la que pertenecía, datos familiares cuando se conocieran, historial  veterinario...con todo lo que sabía de cada uno ¡Y hay muchas colonias de gatos en el pueblo! ¡Y mi madre y su Compi han trabajado muchísimo estos meses!

 Y también la he animado en momentos duros, especialmente con Gatozorro
este precioso gato que estuvo muy enfermo.
 El vet dijo que en la calle no resistiría, y que no estaba seguro si saldría adelante por la anemia e infección tan descomunal que tenía. Así que mí madre tuvo secuestrado a Gatorzorro 40 días.
 Fue un gato muy valiente y comilón.
¡Y ahora...vive de nuevo en su coloniaaa!
Durante todo el tiempo que duró su encierro no quiso hacerse amigo de ella.
 Le permitía acariciarlo un poco, a veces, pero no le perdonó ni el secuestro, ni las visitas al vet para hacerle análisis, ni la castración... Aunque mi madre dice que no la ha olvidado y que cuando va a la colonia y lo llama, el sale corriendo a verla.
 ( Pero eso lo dice mi madre, yo se que a lo que sale corriendo, es a buscar la comidita rica que le lleva, de hecho ¡¿ Pues cómo va a olvidarla?!Y por supuesto que no deja que se le acerque demasiado... no vaya a secuestrarlo otra vez! )

Y ahora sí. Ahora ya estamos aquí en el jardín de Efi, disfrutando de un poco de relajo.

 Y Pulguerín también está y está muy bien, ya no muerde, al menos fuerte, y se deja acariciar. 
Y ya veremos qué pasa en el futuro, porque Renato no le cae nada bien...
pero de Pulguerín ya os contaré historias más adelante.

Y estamos bien, que eso es lo importante, y sigo meditando sobre el hedonismo y practicándolo 

 ¡Todo lo que podemos!


¡Un saludo, amigos!